Carlos Alcaraz ya está en octavos de Wimbledon tras vencer a Struff
En la próxima ronda se enfrentará a Andrey Rublev.
Hay jugadores que son enigmas, que tan pronto aparentan estar fuera de forma y de ritmo, como son capaces de ganarle un set al mejor jugador en hierba del momento. Jan-Lennard Struff, una torre que siempre ha complicado a , volvió a rascarle un parcial en el camino del español hacia los octavos de final (6-1, 3-6, 6-3 y 6-4).
Struff es un tipo peculiar que a sus 35 años se pasea por Wimbledon con camiseta sin mangas, gorra para atrás y que sorprende en la zona de jugadores con un plato de comida a media hora de empezar su partido ante Alcaraz.
La imagen es curiosa en un deporte en el que se cuidan tanto los detalles y los ‘timings’ son clave a la hora de ajustar. Le ocurre algo similar en su juego. Uno o dos kilómetros por hora en su servicio y uno o dos centímetros en sus ataques son la diferencia entre poder ganar o estrellarse con estrépito.
Su salida a pista, despachada en 27 minutos, hizo que muchos en la pista central se preguntaran si este de verdad era el 125 del mundo y Oliver Tarvet, víctima hace dos días de Alcaraz, era el 733. Pero es que así son los sacadores como Struff, que viven en la fina línea que divida la gloria y el bochorno.
Y después de 27 minutos que rozaron lo grotesco, Struff afinó esos milímetros, le quitó la agresividad a Alcaraz y pasó de hacer un golpe ganador en el primer set a multiplicarlo por once en el segundo. No era un escenario desconocido para Alcaraz, todo lo contrario. . En Madrid el año pasado, en Madrid otra vez en la final de hace dos años, en Wimbledon hace tres años, cuando se lo llevó hasta los cinco sets, y en París 2021, cuando un tierno Alcaraz se fue a casa en primera ronda.
Struff es siempre un dolor de muelas cada nota que su tenis fluye. Si pierde el punto, se ajusta la gorra y ya piensa en el siguiente. No hay tiempo para reproches ni segundas opiniones. Si entra, bien, sino, mal, pero no hay nada que perder. Es una actitud típica al enfrentarse a los mejores del mundo. Por eso no hay gestos de incomodidad ni de dolor en Struff, porque sabe que estos partidos lo normal es perderlos y que, si suena la flauta y los porcentajes son muy altos y el acierto brutal, quizás se pueda ganar.
Son vuelos de mariposa, partidos que se deciden en la bola de ‘break’ que tuvo el alemán con 3-2 en el cuarto o en el 0-30 que Alcaraz salvó ‘in extremis’ o en las seis ventajas que tuvo Struff con 4-4. Le salió cruz al germano en todas ellas y en la primera bola de rotura que tuvo ahí Alcaraz, cayó cara. De las siete bolas que hubo para cerrar ese noveno juego, la que fue buena y decisiva fue la del español, que ya visualiza un problema menos camino de los octavos de final.
, que ha aprovechado un cuadro sencillo para disputar su cuarto choque contra el murciano. Alcaraz le batió en Turín 2023 y 2024 y perdió en los cuartos de final de Madrid el año pasado, cuando estaba tocado. El partido se disputará el domingo.

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