Escocia hizo la épica y ganó 4-2 a Dinamarca para volver a un Mundial después de 28 años
El equipo dirigido por Steve Clarke jugará su primera Copa del Mundo desde Francia 1998
Dos goles en el tiempo de prolongación de Tierney y de McLean tumbaron a Dinamarca por 4-2 para firmar el .
Hasta tres veces tuvieron que adelantarse los escoceses para lograr un triunfo agónico en una segunda parte loca y en la que jugaron media hora con un hombre más frente a una .
La derrota de Escocia en Atenas dejaba el camino allanado para la Dinamita roja, que, sin embargo, no fue capaz de derrotar en casa a la débil Bielorrusia, a la que había goleado 0-6 en la ida, y quedaba obligada a sacar al menos un empate hoy en Glasgow.
Pero los escoceses tiraron de fe y de corazón para derrotar a un rival en teoría superior en un encuentro con más emoción que juego, en el que los daneses remontaron en dos oportunidades y aguantaron bien, aunque acabaron cayendo al final.
Escocia no pudo tener un comienzo mejor. Un mal despeje de Damsgaard lo aprovechó Gannon-Doak para sacar un buen centro que McTominay, de tijera, transformó en un golazo imposible de parar para Schmeichel.
. Pero acabó haciéndose con la pelota y empezó a crear peligro, sobre todo por la banda de Isaksen, aunque sin exigir a Gordon.
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Un par de cabezazos de Højlund, titular de nuevo tras superar un virus estomacal, y un tiro ligeramente desviado fueron las ocasiones más claras. Demasiado poco para inquietar a una Escocia que aguantaba sin pasar apuros serios.
El panorama no cambió demasiado en el arranque de la segunda parte. Pero un penalti torpe del capitán Robertson a Isaksen, con intervención del VAR mediante, permitió a Højlund empatar.
Dinamarca estaba en la situación ideal. A Escocia le tocaba atacar, pero la situación no se prolongó demasiado. Kristensen vio la segunda amarilla en una acción algo rigurosa.
. No se notó demasiado. Los daneses seguían dominando con comodidad, con un Højbjerg crecido en el medio, y parecían más cerca del gol que un rival atenazado por sus limitaciones y por el escenario.
En una jugada aislada, Schmeichel se comió un córner que Shankland convirtió casi en la línea y provocó el júbilo en un Hampden Park hasta entonces callado. No duró mucho. Dergu recogió un rechace en el área pequeña poco después y colocó la pelota con tranquilidad dentro de la red.
Escocia encajó, sin embargo, esta vez el golpe y respondió con dos ocasiones casi seguidas: .

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