Lucha de pescadores para mantener viva la laguna de Sonso, una de las joyas de la naturaleza del Valle que agoniza entre la esperanza e incertidumbre
María Omaira Rendón Rayo y Jair Palacios Acosta, luchan para mantener limpia la laguna. Foto:José antonio Minota Hurtado / EL TIEMPO

María Omaira Rendón Rayo y Jair Palacios Acosta, luchan para mantener limpia la laguna. Foto:José antonio Minota Hurtado / EL TIEMPO
Su ubicación, al lado derecho del río Cauca y su riqueza biodiversa y natural en la que habitan más de 180 especies, les permitió a muchas personas levantar a sus padres, hijos y familiares, a punta de la pesca de tilapia y bocachico.Sin embargo, su actualidad muestra a un gigante natural que agoniza ante los esfuerzos de sus pobladores que quieren mantenerlo con vida y motor de desarrollo de esta región del centro del departamento.“La laguna tiene una importancia muy grande porque ahí tuve la oportunidad de levantar el sustento para mi familia. Tuvo una época dorada de pescado donde era prácticamente una empresa de puertas abiertas que sostenía a más de 150 pescadores diarios”, comentó Palacios Acosta.Recordó que los problemas llegaron cuando bajaba el caudal del río Cauca, lo que producía la apertura de las compuertas del embalse Salvajina, que empezó a alejar los peces y, por consiguiente, su principal sustento de vida.
El buchón, planta invasora que afecta la laguna: forma pequeños islotes hasta secarla. Foto:José antonio Minota Hurtado / EL TIEMPO
A esta problemática le sumó la fuerte contaminación del río Cauca a su paso por la ciudad de Cali y la ampliación de la doble calzada que pasa cerca.“La laguna tenía su caño natural que lo llamamos Carlina y con la construcción de la carretera, esos ingenieros taponaron la laguna y acabaron con el flujo, es decir, con el sistema hidráulico de la laguna lo taponaron y construyeron agua arriba otro caño y ese se acabó y se encargó de sedimentar buena parte de la laguna”, contó el veterano pescador.Amenaza de especies invasoras
Hoy en día, la laguna lucha por respirar y mantenerse con vida. Poblaciones aledañas, organizaciones de pescadores y familias que viven alrededor de esta joya de la naturaleza colombiana, enfrentan grandes retos para recuperar el espejo de la laguna, ante la amenaza de especies invasoras como el buchón y el pasto alemán, plantas que se han encargado de crear islotes tan grandes y sólidos en los que incluso, pueden a llegar a pastar vacas.
Alrededor de la laguna se tejen alternativas turísticas para ayudar a pescadores de la zona. Foto:José Antonio Minota Hurtado / EL TIEMPO
“Se han formado islotes hasta de seis hectáreas y en los que se pueden caminar por encima y donde también han nacido árboles, por lo que no tenemos un espejo de agua fijo en la laguna, sino esas masas que con los movimientos del viento terminan por formar tapetes que afectan los pescados y los mata en gran cantidad, cosas que nos ha afectado mucho”, comentó Palacios.Es por eso que piden a las diferentes autoridades ambientales del orden regional y nacional una ayuda para lograr recuperar la laguna, que además de representar un atractivo natural, también, uno turístico que le podría permitir a cientos de familias de la zona, tener un mejor sustento económico.Máquina anfibia, esperanza para salvar la laguna
María Omaira Rendón Rayo es lidera por más de dos décadas un arduo trabajo para recuperar este importante patrimonio de la naturaleza. Sus acciones la llevaron a ser la representante del proyecto Asociación de productores agropecuarios del Porvenir PAP, que llevan visualizándose como comunidad para poder mantener limpia la laguna. Así lo evidencian sus manos, que al igual que las de pescadores y habitantes de la zona, han dejado las uñas por limpiar de manera manual este espejo natural.
Aborrajado, ceviche de mango y pescado, entre las delicias gastronómicas de la zona. Foto:José antonio Minota Hurtado / EL TIEMPO
Explica que una máquina anfibia sería una gran solución para la problemática que viven, debido a que permitirá limpiar la laguna de manera óptima, y así, recuperar su esplendor y la vida de más especies a su alrededor.“Se hizo con la CVC un piloto con una máquina anfibia que fue una buena alternativa para la laguna, pero es muy costosa. Por eso estamos buscando la manera de poder comprar nuestra propia máquina o un bulldozer o una retroexcavadora para hacer una extracción permanentemente y que sea más exitosa”, afirmó la lideresa comunitaria.Aseguró con preocupación que se están quedando sin mano de obra o ‘soldados’ para salvaguardar la laguna, debido a que, con la afectación pesquera, muchos se desmotivan y abandonan la causa, que en la actualidad, está soportada entre ‘los viejos’. “Necesitamos renovarlas y mientras no haya ese relevo generacional es complejo que podamos mantener la laguna limpia”, agregó.
También se han adecuado espacios para el bienestar y cuidado de la laguna. Foto:José Antonio Minota Hurtado / EL TIEMPO
“Tenemos cuatro organizaciones de base en los municipios de Yotoco y Buga, compuestos por cerca de 120 familias de pescadores. A raíz de que también la pesa se ha ido deteriorando, muchos están buscando otras alternativas, como el turismo de naturaleza, avistamientos y las cocineras tradicionales, encargadas de ofrecer alimentos típicos a los visitantes. Es por eso que buscamos aliados y socios de gestión para que nos ayuden con estas tareas de proteger este humedal”, explicó Rendón Rayo.Con preocupación mencionó que, en la actualidad, la laguna está al 50 por ciento de su espejo natural, el resto, se encuentra tapado por especies invasoras.
El aviturismo, uno de los atractivos que ofrece la zona donde está ubicada la laguna. Foto:Jonh Jairo Bonilla
Dentro de su lucha para ayudar este humedal, considera que la temporada invernal representa una oportunidad para realizar la extracción de plantas que la afectan, por lo que realizan dos tipos de extracción: “Una es que se llevan las islas con ayuda de los vientos y los motores de los pescadores con las canoas que se empujan hacia los potreros, se anclan a unas guaduas para que no se salgan las matas otra vez. Y la otra, es que se cortan de manera manual y se ponen en el caño para que no se vuelvan a entrar a la laguna”.Humedal de oportunidades
María Omaira Rendón también destacó la potencia turística que tiene la laguna. Tan solo contar con más de 180 especies de aves y una riqueza cultural representada en artesanías que han logrado ‘desempolvar’ e impulsar sus saberes, se ha convertido en una alternativa atractiva para varios extranjeros que asisten de manera regular.CoCrea se suma al esfuerzo para salvar la laguna
El clamor para evitar que la laguna de Sonso sigua agonizando llegó a la atmósfera de CoCrea, entidad que en el marco de la Semana de la Biodiversidad que se realizó en Cali, del 29 de septiembre al 5 de octubre, dio a conocer el proyecto de María Omaira Rendón para acompañarlo a buscar financiación.
El buchón y el pasto alemán, grandes obstáculos de la laguna de Sonso. Foto:José antonio Minota Hurtado / EL TIEMPO
“La idea es que los proyectos tienen dos años para buscar financiador y nosotros le vamos a entregar a ese financiador un beneficio tributario para que pague menor impuesto a la renta. Vamos a acompañar a Omaira y a su equipo a buscar los recursos en las empresas de la región del área de influencia. Estamos mirando varias empresas que nos están ayudando a identificar para ver qué plan hacemos y buscamos financiar este proyecto, que es de sabedores, de portadores culturales y de la pesca artesanal principalmente”, explicó María del Pilar Ordóñez, directora de CoCrea.Alrededor de este proyecto reflexionó: “Las personas que se encuentran en el territorio trabajando día a día en la cotidianidad conocen su ámbito, saben qué se necesita, lo cuidan porque tienen una interdependencia con el mismo, entonces nosotros, las personas de las ciudades que estamos en la gestión, debemos tener humildad para entender y aprender, para valorar y para reconocer que el cuidado que hacen las comunidades. Nos están cuidando y al cuidar el agua están cuidando la vida”.Otra información que le puede interesar

El presidente de la ACM, Juan Camilo Nariño. Foto:
Contexto
La titánica lucha de pescadores para mantener con vida la laguna de Sonso, una de las joyas de la naturaleza colombianaA través de iniciativas de entidades como CoCrea, organizaciones comunitarias buscan sumar esfuerzos para limpiar el humedal vallecaucano.Con algo de nostalgia y emoción, Jair Palacios Acosta recuerda cómo hace más de 50 años la laguna de Sonso era una fuente potente de desarrollo para cientos de familias asentadas en lo que antes era el sector de El Porvenir, zona rural de Guadalajara de Buga, cuya emblemática Basílica custodiada por ‘el Milagroso’ se puede observar desde este espejo natural.
María Omaira Rendón Rayo y Jair Palacios Acosta, luchan para mantener limpia la laguna. Foto:José antonio Minota Hurtado / EL TIEMPO
Su ubicación, al lado derecho del río Cauca y su riqueza biodiversa y natural en la que habitan más de 180 especies, les permitió a muchas personas levantar a sus padres, hijos y familiares, a punta de la pesca de tilapia y bocachico.Sin embargo, su actualidad muestra a un gigante natural que agoniza ante los esfuerzos de sus pobladores que quieren mantenerlo con vida y motor de desarrollo de esta región del centro del departamento.“La laguna tiene una importancia muy grande porque ahí tuve la oportunidad de levantar el sustento para mi familia. Tuvo una época dorada de pescado donde era prácticamente una empresa de puertas abiertas que sostenía a más de 150 pescadores diarios”, comentó Palacios Acosta.Recordó que los problemas llegaron cuando bajaba el caudal del río Cauca, lo que producía la apertura de las compuertas del embalse Salvajina, que empezó a alejar los peces y, por consiguiente, su principal sustento de vida.
El buchón, planta invasora que afecta la laguna: forma pequeños islotes hasta secarla. Foto:José antonio Minota Hurtado / EL TIEMPO
A esta problemática le sumó la fuerte contaminación del río Cauca a su paso por la ciudad de Cali y la ampliación de la doble calzada que pasa cerca.“La laguna tenía su caño natural que lo llamamos Carlina y con la construcción de la carretera, esos ingenieros taponaron la laguna y acabaron con el flujo, es decir, con el sistema hidráulico de la laguna lo taponaron y construyeron agua arriba otro caño y ese se acabó y se encargó de sedimentar buena parte de la laguna”, contó el veterano pescador.Amenaza de especies invasoras
Hoy en día, la laguna lucha por respirar y mantenerse con vida. Poblaciones aledañas, organizaciones de pescadores y familias que viven alrededor de esta joya de la naturaleza colombiana, enfrentan grandes retos para recuperar el espejo de la laguna, ante la amenaza de especies invasoras como el buchón y el pasto alemán, plantas que se han encargado de crear islotes tan grandes y sólidos en los que incluso, pueden a llegar a pastar vacas.
Alrededor de la laguna se tejen alternativas turísticas para ayudar a pescadores de la zona. Foto:José Antonio Minota Hurtado / EL TIEMPO
“Se han formado islotes hasta de seis hectáreas y en los que se pueden caminar por encima y donde también han nacido árboles, por lo que no tenemos un espejo de agua fijo en la laguna, sino esas masas que con los movimientos del viento terminan por formar tapetes que afectan los pescados y los mata en gran cantidad, cosas que nos ha afectado mucho”, comentó Palacios.Es por eso que piden a las diferentes autoridades ambientales del orden regional y nacional una ayuda para lograr recuperar la laguna, que además de representar un atractivo natural, también, uno turístico que le podría permitir a cientos de familias de la zona, tener un mejor sustento económico.Máquina anfibia, esperanza para salvar la laguna
María Omaira Rendón Rayo es lidera por más de dos décadas un arduo trabajo para recuperar este importante patrimonio de la naturaleza. Sus acciones la llevaron a ser la representante del proyecto Asociación de productores agropecuarios del Porvenir PAP, que llevan visualizándose como comunidad para poder mantener limpia la laguna. Así lo evidencian sus manos, que al igual que las de pescadores y habitantes de la zona, han dejado las uñas por limpiar de manera manual este espejo natural.
Aborrajado, ceviche de mango y pescado, entre las delicias gastronómicas de la zona. Foto:José antonio Minota Hurtado / EL TIEMPO
Explica que una máquina anfibia sería una gran solución para la problemática que viven, debido a que permitirá limpiar la laguna de manera óptima, y así, recuperar su esplendor y la vida de más especies a su alrededor.“Se hizo con la CVC un piloto con una máquina anfibia que fue una buena alternativa para la laguna, pero es muy costosa. Por eso estamos buscando la manera de poder comprar nuestra propia máquina o un bulldozer o una retroexcavadora para hacer una extracción permanentemente y que sea más exitosa”, afirmó la lideresa comunitaria.Aseguró con preocupación que se están quedando sin mano de obra o ‘soldados’ para salvaguardar la laguna, debido a que, con la afectación pesquera, muchos se desmotivan y abandonan la causa, que en la actualidad, está soportada entre ‘los viejos’. “Necesitamos renovarlas y mientras no haya ese relevo generacional es complejo que podamos mantener la laguna limpia”, agregó.
También se han adecuado espacios para el bienestar y cuidado de la laguna. Foto:José Antonio Minota Hurtado / EL TIEMPO
“Tenemos cuatro organizaciones de base en los municipios de Yotoco y Buga, compuestos por cerca de 120 familias de pescadores. A raíz de que también la pesa se ha ido deteriorando, muchos están buscando otras alternativas, como el turismo de naturaleza, avistamientos y las cocineras tradicionales, encargadas de ofrecer alimentos típicos a los visitantes. Es por eso que buscamos aliados y socios de gestión para que nos ayuden con estas tareas de proteger este humedal”, explicó Rendón Rayo.Con preocupación mencionó que, en la actualidad, la laguna está al 50 por ciento de su espejo natural, el resto, se encuentra tapado por especies invasoras.
El aviturismo, uno de los atractivos que ofrece la zona donde está ubicada la laguna. Foto:Jonh Jairo Bonilla
Dentro de su lucha para ayudar este humedal, considera que la temporada invernal representa una oportunidad para realizar la extracción de plantas que la afectan, por lo que realizan dos tipos de extracción: “Una es que se llevan las islas con ayuda de los vientos y los motores de los pescadores con las canoas que se empujan hacia los potreros, se anclan a unas guaduas para que no se salgan las matas otra vez. Y la otra, es que se cortan de manera manual y se ponen en el caño para que no se vuelvan a entrar a la laguna”.Humedal de oportunidades
María Omaira Rendón también destacó la potencia turística que tiene la laguna. Tan solo contar con más de 180 especies de aves y una riqueza cultural representada en artesanías que han logrado ‘desempolvar’ e impulsar sus saberes, se ha convertido en una alternativa atractiva para varios extranjeros que asisten de manera regular.CoCrea se suma al esfuerzo para salvar la laguna
El clamor para evitar que la laguna de Sonso sigua agonizando llegó a la atmósfera de CoCrea, entidad que en el marco de la Semana de la Biodiversidad que se realizó en Cali, del 29 de septiembre al 5 de octubre, dio a conocer el proyecto de María Omaira Rendón para acompañarlo a buscar financiación.
El buchón y el pasto alemán, grandes obstáculos de la laguna de Sonso. Foto:José antonio Minota Hurtado / EL TIEMPO
“La idea es que los proyectos tienen dos años para buscar financiador y nosotros le vamos a entregar a ese financiador un beneficio tributario para que pague menor impuesto a la renta. Vamos a acompañar a Omaira y a su equipo a buscar los recursos en las empresas de la región del área de influencia. Estamos mirando varias empresas que nos están ayudando a identificar para ver qué plan hacemos y buscamos financiar este proyecto, que es de sabedores, de portadores culturales y de la pesca artesanal principalmente”, explicó María del Pilar Ordóñez, directora de CoCrea.Alrededor de este proyecto reflexionó: “Las personas que se encuentran en el territorio trabajando día a día en la cotidianidad conocen su ámbito, saben qué se necesita, lo cuidan porque tienen una interdependencia con el mismo, entonces nosotros, las personas de las ciudades que estamos en la gestión, debemos tener humildad para entender y aprender, para valorar y para reconocer que el cuidado que hacen las comunidades. Nos están cuidando y al cuidar el agua están cuidando la vida”.Otra información que le puede interesar

El presidente de la ACM, Juan Camilo Nariño. Foto:

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