Asesinato de secretario de Gobierno de Pradera | Menores y jóvenes, adiestrados como sicarios de bandas; alertan alianzas de disidentes de Farc
En este sitio sucedió el asesinato del secretario de Gobierno de Pradera, el 9 de septiembre. Foto:Juan Pablo Rueda / EL TIEMPO

En medio de los disparos, Eloisa Quiroz y otros ciudadanos hacían esfuerzos por correr agachados.
La adulta mayor que durante 30 años ha vendido comida en un puesto ambulante en el parque de Bolívar, el principal del municipio de Pradera, quería esconderse rápidamente, cuando aquel joven de buzo y gorra de color rojo mató a quemarropa al secretario de Gobierno de la población, José Dorien Jiménez, reconocido por encabezar operativos con la Policía contra las drogas en esta región del suroriente del Valle del Cauca.
En este sitio sucedió el asesinato del secretario de Gobierno de Pradera, el 9 de septiembre. Foto:Juan Pablo Rueda / EL TIEMPO
Pradera y su casco urbano son atravesados por el corredor que viene de Miranda, en el vecino Cauca, pasando por Florida para coger ruta hacia Cali, una vía que ha sido históricamente utilizada por los grupos armados, entre disidentes, guerrillas y bandas criminales con herencia paramilitar y de narcos que hacen que menores se vuelvan sicarios o vendedores de estupefacientes en el casco urbano de un municipio de tan solo 50.000 habitantes.

EL TIEMPO se desplazó al lugar de los hechos. Foto:
En el oriente de Pradera, en zonas que nacieron como invasiones, los grupos ilegales arman a jóvenes, inclusive, desde que son niños para enseñarles a matar, extorsionar o distribuir sustancias en el pueblo que no olvidará la tragedia del 9 de septiembre, cuando el secretario Jiménez cayó asesinado en el pavimento, luego de que el sicario se bajó de la moto en la que iba de parrillero y le disparó a sangre fría.
Ese día sigue latente en la memoria de Eloisa, una mujer de más de 65 años, que aprovechaba que muchos pradereños y hasta conocidos suyos disfrutaban en la calle el partido entre Colombia y Venezuela, en el centro del pueblo y frente a una pantalla gigante, a 25 pasos de la Alcaldía, una antigua edificación que viene siendo restaurada desde hace cuatro meses. Al lado del inmueble, desde el segundo piso de una vivienda ondea una bandera y hay policías en el balcón.
Temor en Pradera. Foto:Juan Pablo Rueda / EL TIEMPO
Desde esta casa despacha el alcalde Francisco Javier Guzmán con su gabinete a donde el secretario Jiménez solía llegar para trabajar en una improvisada oficina que sería temporal hasta octubre o noviembre y así, volver al edificio de arquitectura patrimonial. En el primer nivel de esta casa donde trabaja el equipo del mandatario hay una heladería y un almacén de ropa, dejando ver el grado de vulnerabilidad de los funcionarios y de los mismos ciudadanos sobre la calle sexta con carrera 11, donde la sede se encuentra ubicada.
Eloisa hizo señas con sus ojos en dirección a la esquina de la 11, donde el secretario de Gobierno municipal fue derribado de inmediato, cuando el sicario, de complexión delgada que usaba tapabocas para ocultar su rostro, le propinó múltiples disparos.
“La gente veía el partido y yo estaba contenta porque podía vender, pero sentí que el mundo se venía encima. Yo escuché los tiros. Todos corrían y yo también”, comentó la mujer como un susurro al oído. “Es mejor no hablar mucho”, dijo alejándose desde el parque principal.
La alegría por el partido se transformó en minutos en un caos en esa esquina donde el dueño del local El Barril de la Sexta había instalado la pantalla, cerca de la Alcaldía y dando la espalda a la parroquia Inmaculada Concepción en el parque de Bolívar. En el andén dispuso sillas. La carrera 11 fue cerrada, pero la calle sexta era transitada por motos que venían de la parroquia en dirección al local de venta de licores.
El secretario de Gobierno de Pradera, en el Valle. Foto:Archivo particular
Tras el deceso del secretario Jiménez, la multitud lo rodeó y a dos heridos tendidos en el pavimento: una funcionaria de la Alcaldía recibió un disparo en un pulmón y un civil sangraba porque una de las balas le perforó la pelvis. Por fortuna, ambos están fuera de peligro, luego de complejas cirugías en el municipio de Palmira. Allí, el secretario murió, pese a los intentos de los médicos del centro asistencial por salvarlo.
Mapa de la carretera entre Pradera y Florida, por allí trafican armas y drogas. Foto:Infografía EL TIEMPO
Alianza de disidentes con bandas
Los grupos armados que tienen influencia en Pradera y en el contiguo Florida son los frentes de disidencias de las Farc ‘Adán Izquierdo’ y ‘Dagoberto Ramos’, que obedecen órdenes de ‘Iván Mordisco’, el responsable del atentado terrorista del 21 de agosto en Cali con camión bomba que dejó seis muertos y más de 70 heridos, todos civiles. A su vez, la disidencia ‘Adán Izquierdo’ se enfrenta a la facción del frente ‘57 Yair Bermúdez’ en las montañas de Pradera.
Sin embargo, en la Defensoría del Pueblo reiteraron el informe de la alerta temprana de este año sobre alianzas entre la ‘Adán Izquierdo’ y grupos delincuenciales y criminales en la cabecera municipal.
La Defensoría del Pueblo advirtió en su alerta temprana, cómo en el marco de la consolidación del accionar del frente ‘Adán Izquierdo’ “es importante indicar su amalgamiento de esta estructura con la criminalidad y delincuencia común del sector urbano del municipio de Pradera y municipios aledaños, especialmente, Palmira (mediante la tercerización y en algunos casos incorporación al grupo armado ilegal), bien sea para abastecerlos, realizar acciones de inteligencia, cobrar extorsiones o hasta para ejercer el sicariato. Este aspecto es relevante ya que, si bien el grupo armado ilegal no es muy grande en número de integrantes, esta utilización de la criminalidad existente le permite al frente mostrarse mucho más grande y fortalecido".
Temor en Pradera. Foto:Juan Pablo Rueda / EL TIEMPO
De acuerdo con informes de la Fuerza Pública y de la Defensoría del Pueblo, en el sector Manuel José Ramírez en el barrio El Berlín y en el también barrio Comuneros, así como hacia las salidas del municipio de Pradera, no solo hacia Florida hay microtráfico por bandas, como ‘los Moros’. Seis de sus integrantes fueron judicializados a comienzos de septiembre.
Otra banda es la de ‘Planeta Amarillo’, nombre del mismo sector en este poblado.
Estos grupos operan en zonas del oriente y suroriente de Pradera, donde se han formado asentamientos con el paso de los años, cerca del río Bolo que desemboca en el Fraile, bañando a Florida, Candelaria y Palmira.
EL TIEMPO conoció que en una de las bandas hay exparamilitares con posibles vínculos con grupos de narcos como la nueva generación de ‘los Rastrojos’, que recogieron prácticas del ‘cartel del Norte del Valle’. En otra, hay exguerrilleros.
Así pues, en esta dinámica del multicrimen, la disidencia ‘Adán Izquierdo’ ha venido permeando esos grupos. Si bien, la ‘Adán’ está en la montañosa periferia, ahora estaría adiestrando a las bandas del área urbana para que estas utilicen a menores de edad, no solo con fines del microtráfico, respondiendo a sus intereses, sino para el sicariato o para que sean reclutados en las filas de los mismos disidentes, según fuentes de la Defensoría.
En esta macabra enseñanza se incluye la manipulación de armas, como granadas, otras de largo alcance, como fusiles y miniuzis, o de corto alcance, entre ellas, revólver o pistolas, como el arma usada por el sicario que se percibe muy joven y que asesinó al secretario Jiménez, de 42 años.
Este crimen sucedió a un mes de que un menor que se bajó de una moto, pues también iba de parrillero, tirara del gatillo contra otro menor, de 16 años, adentro del colegio Bello Horizonte, de la sede de la institución educativa pública Alfredo Posada Correa en el mismo Pradera. Una de las versiones es que el adolescente acribillado delante de sus compañeros de clase le había reclamado semanas antes el robo de un celular, al parecer, a una banda, cruzando fronteras invisibles.
Este asesinato sucedió antes de 22 allanamientos realizados por la Policía en zona del oriente del municipio contra las ‘ollas’ de expendio de drogas. Fue allí, donde los seis 'Moros’ fueron capturados.
En este punto, las autoridades coinciden, como lo ratificó la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, en que el crimen del secretario de Gobierno sería en retaliación de bandas de microtráfico que el funcionario venía enfrentando de manera articulada con la Policía.
“Las unidades de Policía Judicial se han puesto a recolectar todo el material", dijo la comandante de la Policía Valle, brigadier general Sandra Liliana Rodríguez, al referirse a uno de los videos captados del asesinato de Jiménez por una de las 38 cámaras de seguridad que hay en Pradera y que fue difundido en redes sociales.
Secretario de gobierno de Pradera Foto:Archivo Particular
Palabras del secretario antes del crimen: 'No más barreras invisibles'
El secretario de Gobierno había hecho declaraciones a medios locales de radio, semanas antes de su asesinato: “Queremos acabar las fronteras invisibles que nos están agobiando en este municipio. Queremos que la administración llegue a cada uno de los barrios y corregimientos, prestar un servicio social para apoyar a los jóvenes en cuanto al deporte. Tenemos mucho talento, sabemos que solamente es moldear, sabemos que solamente es empujar a estos jóvenes que quieren darle todo por el deporte. Por eso, en nuestro gobierno van a encontrar un acompañamiento permanente tanto en los barrios como los corregimientos del municipio de Pradera”.
El alcalde Guzmán señaló: “Nuestro secretario de Gobierno venía liderando en efecto una lucha frontal contra el microtráfico de drogas que viene afectando al municipio drásticamente, sobre todo, porque están armando a jóvenes de los barrios orientales y generando el funcionamiento de pandillas juveniles que han creado barreras invisibles. A esos focos de microtráfico se les ha venido golpeando y existe la hipótesis que debido a los allanamientos en las últimas semanas con capturas de varios de los cabecillas de esos carteles, se haya podido generar esta retaliación, pero esa es una hipótesis”.
El mandatario añadió: “José Dorien era muy social, tenía un contacto permanente con la comunidad, era un buen hombre y, por supuesto, este tipo de acciones las lideraba conjuntamente con la Policía. De tal manera, que es probable que esa haya sido la causa de su homicidio”.
“Acá hay barrios a donde no se puede llegar. Es mejor no meterse, no pasar por ahí. Es el oriente, suroriente. Es mejor estar tranquilo”, dijo uno de los habitantes. No dio su nombre, pues teme por su seguridad.
“El ambiente acá en Pradera es tenso. No hay tanta policía. Uno está en un barrio y en otro están agarrados”, comentó otro pradereño.
El alcalde está amenazado
El mandatario de Pradera insistió en que, contrario a él, el secretario de Gobierno no tenía amenazas y, de acuerdo con la comandante de la Policía Valle, este funcionario, nacido en el municipio, no tenía un esquema de seguridad porque no había hecho ninguna denuncia al respecto para elevar una solicitud.
Sin embargo, el alcalde Guzmán aseguró que pidió a la Unidad Nacional de Protección (UNP), seguridad para todo su gabinete. “Todo el equipo está expuesto. Esperamos que haya un pronunciamiento pronto para que se redoblen las medidas de seguridad”, precisó.
El único con esquema de protección es el alcalde, pero como lo dijo a EL TIEMPO: “Está muy mal. Tengo dos escoltas”. Confesó que está amenazado desde que asumió el cargo en 2024. Al preguntarle sobre si las amenazas vienen de los disidentes o de qué grupos, contestó: “Es muy difícil, no sabemos de dónde llegan”.
Alexánder Jiménez, uno de los tíos del secretario de Gobierno asesinado, dijo que la víctima era una luchadora por los suyos: "La unión como familia era importante para él. Mi sobrino fue un amigo".
¿Pocos policías?
El alcalde Guzmán dijo a EL TIEMPO que hay 78 policías para un municipio de 50.000 habitantes donde en el último año, 53 personas fueron asesinadas frente a 44 casos en el 2023. Esto significa un aumento del 20 por ciento. En lo que va de 2025, van 36 reportes.
La Defensoría recogió datos de la Policía que arrojan que de los 53 crímenes de 2024, "27 casos sucedieron en zona rural, es decir, el 51 por ciento del total de los homicidios, con una tasa de 107 por 100.000 habitantes".
“No son suficientes, pero la fuerza pública a nivel nacional tiene un déficit de hombres. Sin embargo, la Policía Valle ha hecho un gran esfuerzo porque ha retirado hombres de otros municipios para traerlos a Pradera y con ese pie de fuerza hemos logrado resolver muchos de los problemas de inseguridad, especialmente en los sectores orientales”.
La comandante de la Policía Valle sostuvo que hay 25 policías encargados de tareas de vigilancia y que llegará un refuerzo de 10 más. A su vez, habrá cuatro equipos de investigadores y especialistas de la Policía con Dijín y Sipol. Además, la gobernadora anunció la llegada de una camioneta para los uniformados que se suma a otra que ya hay y 20 nuevas cámaras de seguridad para dejar un total de 58 dispositivos.
Pese al déficit de policías, la oficial resaltó los resultados en allanamientos y un aumento en capturas en flagrancia del 25 por ciento, operativos que anunció redoblar de aquí en adelante para combatir el tráfico de drogas.
Asimismo, la Gobernación del Valle informó la próxima instalación de puestos de controles mixtos con Policía y Ejército, adentro y fuera de la cabecera municipal de Pradera, en especial, en la carretera que une el municipio con Florida.
Bandas, los alfiles
Frente a las bandas, el alcalde Guzmán contradice la alerta de la Defensoría. Dijo: “Aquí no hay bandas al estilo de Tuluá (‘la Inmaculada’) o Buenaventura, que son organizadas. Aquí son negocios aislados de microtráfico. Por fortuna, no tienen la fuerza que tienen en otros municipios y eso facilita que se puedan desmantelar rápidamente, como es la situación que tiene la Policía Nacional y el Ejército que nos viene ayudando en esta materia”.
Guzmán agregó: “En nuestro municipio hay presencia de actores armados, pero esos actores armados están en el sector rural y casi no hacen presencia en la cabecera”.
Sin embargo, en la Fiscalía y en la misma Defensoría reiteraron que Pradera no es aislado o ajeno a la dinámica de drogas con narcos y disidentes que vienen del Cauca hacia el Valle, pues el corredor principal desde Miranda cruza el casco urbano de Pradera (ver mapa). Fuentes de la Fiscalía indicaron que se estaría registrando un panorama de alianzas de alzados en armas con bandas, similar al de Jamundí, Buenaventura y Cali.
En Buenaventura, el casco urbano es disputado por ‘Shottas’ y ‘Espartanos’. En esas 12 comunas no operan los disidentes, pero estas bandas tienen alianzas con ellos, son sus alfiles para ejecutar acciones o reclutar a menores para la zona rural. ‘Los Shottas’ en el área rural están con el Eln, mientras que ‘los Espartanos’ lo están con disidentes de las Farc del frente 'Jaime Martínez', según la Fiscalía. Mientras que la ‘Segunda Marquetalia’ tiene lazos con ‘Espartanos’ y el ‘clan del Golfo’ apoyaría a los ‘Shottas’.
En Jamundí, los disidentes del frente ‘Jaime Martínez’ de ‘Mordisco’ operan en su cabecera con redes urbanas, cuyos miembros están en bandas de delincuencia de microtráfico. Estas redes urbanas han realizado atentados, como ha ocurrido en Cali.
Hay órdenes que vienen de los disidentes en alianzas con narcos y carteles mexicanos, según la Defensoría, y es por ello, que en la Fuerza Pública no descartan que tras las acciones por el microtráfico en estas ciudades con alertas tempranas haya otros determinadores. Además, la disidencia ‘Jaime Martínez’ sostiene acercamientos con ‘los Rastrojos’ y con el cartel del ‘Sinaloa’, cartel cuyos tentáculos estarían entrelazados con 'Espartanos'.
Al tiempo, el cartel 'Jalisco Nueva Generación' también financia las bandas, en especial, 'Shottas', pues les declaró la guerra a 'los Chiquillos', brazo sicarial de 'Espartanos'.
“Todavía no hay absoluta conciencia de qué significa Pradera en términos de un conflicto armado que viene de muchas décadas atrás, inclusive, con presencia del M-19, con una ubicación estratégica porque Pradera junto con Florida está en un sistema montañoso que se conecta perfectamente hacia el Cauca, incluso hacia el Tolima y a otras partes. De manera que estamos hablando de un sitio de enorme interés para grupos armados, en este caso, la ‘Adán Izquierdo’, pero también de un grupo que parece estar entrando a esa zona en disputa de esta disidencia se llama el frente ‘57’”, sostuvo el analista en aspectos políticos y del conflicto armado Diego Arias.
“De manera que hay una exigencia de primer orden para que se puedan generar capacidades reales en términos operativos, militares y policiales, para contener la violencia y la expansión de esa violencia en Pradera, tanto en el casco urbano como en la zona, digamos, rural. Y habría que añadir en eso la importancia de que Pradera junto con Florida y Buenaventura es un municipio que en el marco del acuerdo de paz de 2016 se concibió a Pradera como uno de los focos de desarrollo de los planes de desarrollo con enfoque territorial y hay que reclamar, a propósito de una respuesta institucional, pues no solo capacidades en términos de seguridad, sino implementación y avances significativos de Pradera, como municipio con plan de desarrollo con enfoque territorial como parte de dicho acuerdo de paz”, explicó el analista Arias.
El congresista vallecaucano Duvalier Sánchez expresó, por su parte: “Nosotros hemos pedido que la gobernadora diga qué hace con los 40.000 millones de pesos de la sobretasa de seguridad para mejorar los equipos de movilidad y tecnología de la Policía y la Fuerza Pública”.
El secretario de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Valle, Guillermo Londoño, explicó que en el caso de la cifra de policías de Pradera: “El número de efectivos en Colombia lo define la Dirección General de la Policía".
En cuanto a la sobretasa, Londoño añadió que “la gobernadora implementó el programa ‘Fuerza joven’ por el Valle del Cauca, con recursos de la tasa de seguridad para brindar incentivos a los jóvenes, con el fin de que ingresen a la Policía y al Ejército, tengan un proyecto de vida y podamos aumentar el número de efectivos en cada una de las jurisdicciones. Ese programa se aplica desde el año pasado y empezó en su gobierno. Cada año se atienden a 1.000 jóvenes, 500 de la Policía y 500 del Ejército, y hay una apuesta por lograr ampliarlo”.
CAROLINA BOHÓRQUEZ
Corresponsal de EL TIEMPO
Cali
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