La nueva y peligrosa estrategia de los grupos armados ilegales en Nariño: reubicación de los laboratorios para procesar la coca en los caseríos
Grupos armados estaría empleando hasta viviendas en resguardos indígenas. Foto:Fuerza de Tarea Hércules
La expansión del negocio ilícito del narcotráfico en el departamento de Nariño no tiene límites ni tampoco fronteras, tras quedar al descubierto las nuevas maniobras de los grupos armados ilegales, se refiere a la reubicación de los laboratorios para el procesamiento de la coca.El Ejército Nacional en sus recientes operaciones militares en el sur del país ha logrado establecer que los grupos criminales ya han dejado de procesar los alcaloides en la lejana selva o en sitios aislados, lo que para el negocio representaba enormes gastos en los largos desplazamientos por tierra y agua.




Grupos armados estaría empleando hasta viviendas en resguardos indígenas. Foto:Fuerza de Tarea Hércules
Ahora, lo estarían haciendo en las viviendas de caseríos y veredas, inclusive, hasta en resguardos indígenas y consejos comunitarios, como sucedió recientemente en el municipio de Barbacoas, localizado en el triángulo del Telembí.Las fuentes del Ejército revelaron que se trataría de una nueva y peligrosa modalidad que los grupos al margen de la ley la quieren imponer, pero poniendo en riesgo a la población civil y violando las normas que contempla el Derecho Internacional Humanitario.El traslado de los laboratorios para el procesamiento de cocaína al interior de las viviendas ubicadas en zonas rurales de los municipios de la costa Pacífica de Nariño, sería la nueva estrategia que estarían empleando los grupos armados ilegales, con el fin de evitar los controles de los organismos de seguridad del Estado.
Planeamiento operacional de la Fuerza de Tarea Hércules, encargada de combatir el narcotráfico. Foto:Fuerza de Tarea Hércules
Según la inteligencia militar y de acuerdo con los más recientes golpes propinados por el Ejército Nacional contra las estructuras criminales que delinquen en esa región del departamento de Nariño, se trataría de una nueva modalidad que pone en alto riesgo a las comunidades.En los resguardos indígenas
Así quedó en evidencia tras una operación ofensiva contra la estructura criminal Oliver Sinisterra en la vereda La Mina del municipio de Tumaco, hasta donde llegaron el pasado 6 de septiembre las tropas del Batallón de Selva No. 53, unidad orgánica de la Fuerza de Tarea Hércules del Ejército, con el apoyo del Batallón de Movilidad No. 3 de la Aviación y la Fuerza Aeroespacial Colombiana, en el marco del Plan de Campaña Ayacucho Plus.
Al interior de una vivienda, autoridades encontraron un laboratorio para el procesamiento de droga. Foto:Fuerza de Tarea Hércules
Según la revelación del comandante del Batallón de Selva No. 53, coronel Fabián Triviño Quintero, la operación militar se registró en una zona ubicada en la frontera entre Colombia y Ecuador.“Cuando llegaron las tropas al lugar de los hechos, encontramos una estructura para un laboratorio de clorhidrato de cocaína, la cual daba una renta mensual para esa estructura criminal de aproximadamente 1.000 millones de pesos mensuales”, indicó.El laboratorio para el procesamiento de clorhidrato de cocaína había sido instalado de manera clandestina, pero al interior de una vivienda ubicada en un caserío, poniendo en alto riesgo a la comunidad que allí habita.
Algunos implementos para el procesamiento de coca fueron ocultados por habitantes. Foto:Fuerza de Tarea Hércules
Informó que en el lugar fue sorprendido un hombre que estaba custodiando el laboratorio, con abundante armamento y munición en su poder.“Durante la acción militar fue identificado y capturado alias Cascario, un logístico de la estructura y subordinado de alias Yider, cabecilla financiero de esta organización delictiva”, reveló luego.Esconden los elementos
El pasado 31 de agosto un gran laboratorio para el procesamiento de cocaína fue descubierto por el Ejército, pero al interior de una vivienda localizada en el resguardo indígena La Turbia, zona rural del municipio de Barbacoas.En el video grabado por el Ejército sobre el mismo operativo se observa cómo los indígenas al percatarse la llegada de los uniformados, comienzan a sacar los hornos microondas, grameras y los insumos químicos de la casa para ocultarlos en viviendas de los vecinos.“Están obligando a los indígenas a que se queden callados, a que no denuncien, inclusive, ayer verificamos que se llevaron clorhidrato de cocaína y lo entraron a las casas, obviamente nosotros a las casas no vamos a poder entrar”, indicó el comandante de la Fuerza de Tarea Hércules, coronel Javier Hernando Valenzuela.En la zona El Ejército encontró una gran cantidad de canecas y tanques con insumos químicos, al igual que una tonelada y media de pasta base de coca, lista para ser empaquetada y enviada a los Estados Unidos.Aseguró que detrás de esta nueva modalidad que pone en riesgo a las comunidades indígenas, campesinas y afros en el territorio están las estructuras criminales bloque occidental Jacobo Arenas y la Oliver Sinisterra del Ejército Bolivariano, ambas de las disidencias de las Farc.Otro complejo cocalero
El pasado 8 de septiembre otro gran complejo cocalero que pertenecería al grupo armado organizado Oliver Sinisterra de las disidencias de las Farc, fue descubierto y destruido por el Ejército Nacional en zona rural del municipio de Barbacoas.El laboratorio fue ubicado en la vereda Imbapí, al interior del resguardo indígena La Turbia, hasta donde llegaron las tropas del Batallón de Selva No. 53 de la Fuerza de Tarea Hércules, con el apoyo de la Fuerza Aeroespacial Colombiana y el Batallón de Maniobra No. 3 del Ejército, la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación.Allí, se procesaba clorhidrato de cocaína avaluado en más de 7.800 millones de pesos, y fueron incautadas más de 1.6 toneladas del alcaloide y 2.5 toneladas en proceso de elaboración.En desarrollo de esta operación militar, el Ejército denunció que a las tropas se les estaba impidiendo por parte de la comunidad indígena la destrucción del laboratorio en su totalidad, al parecer constreñida por el grupo armado ilegal, mientras que a la Policía y Fiscalía también se les quiso interrumpir los procedimientos.Ya no están escondidos
Los laboratorios para el procesamiento de pasta base de coca en la costa Pacífica de Nariño ya no están escondidos ni ocultos como antes, así lo aseguró el comandante de la Fuerza de Tarea Hércules, coronel Javier Hernando Valenzuela.
En algunos casos, emplean ingeniosos equipos para tratar la droga. Foto:Fuerza de Tarea Hércules
“No son más sofisticados, tienen lo mismo, porque se requieren los mismos elementos, pero ahora los plantan en medio de los caseríos”, dijo.En cuanto a los laboratorios de clorhidrato de cocaína los están descubriendo especialmente en cercanías a la frontera con el Ecuador y junto a los manglares, muy cerca al mar, para poder sacar el producto más fácilmente a las embarcaciones.Explicó que los grupos armados cambiaron la ubicación de los laboratorios por las siguientes razones: “Para evitar la acción de la Fuerza Pública. Para asonarnos (de asonada) más fácilmente. Para guardar lo producido en las casas. Se les facilita sacar el producto a los ríos o trochas”.Y como si lo anterior fuera poco obtienen otro beneficio más a su favor, el que la población está obligada a custodiarlos o protegerlos cuando llegan los uniformados, como ocurrió en los resguardos indígenas.En cuanto a la producción que alcanzan ahora los laboratorios, sigue siendo la misma, entre 1 y 1.5 toneladas de cocaína mensual, con la que se abastece a los mercados de Estados Unidos y Centro América.
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